Los cantos del cielo y de la oscuridad
(fragmento) 
a.
Yo iba al frente de una barca  
con esta figura de todas las tinieblas  
que se inflama de azul y arde  
encadenada a su existencia de sagrada madera.  
Yo iba cual caballo nocturno  
corriendo en la llanura de mis días  
cuando los valles eran sacados de la Biblia  
con todas sus colinas y campanas,  
sus huertos de pastores,  
purísimas sombras de la ausencia.  
Entonces no se buscaba la muerte,  
no se moría en la vida.  
Mi cuerpo fue tallado  
en un sagrado río de pureza.  
Mis manos fueron la alianza en el coro de los  
     cielos.  
No tuve un esqueleto que pasear de siglo en siglo,  
tan sólo esta figura esculpida en los ríos del  
     silencio  
que marcha, con el cárdeno sonido del ave  
     migratoria,  
por toda geografía ya perdida.  
Así fui puesta al frente de un navío  
ardiendo entre la música incierta de la tierra y  
del agua que gira y gira entre muertos y vivos.
  
  (Los memoriosos)
 


 
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