Larva de serafín 
(Fragmentos de la primera parte)
non v'accorgete voi che noi siam vermi
nati a formar l'angelica farfalla
che vola a la guistizia sanza schermi?
Dante Aligheri
EL CIELO
El que se den unidamente el
respiro y la visión, y no como
simple posibilidad sino en el
acto, es ya un alto, puro cielo.
María Zambrano
&

El cielo es un sauce desbordado. Entre sus ramas el sol es una oropéndola.  

&

Lo anterior provocará burla en los bribones. No me importa. El cielo es un sauce desbordado. Contiene en sus ramas, además de la oropéndola, un relámpago en reposo. Otra cosa es su reunión de violonchelos. Graves como piedra de arroyo. Tibios como una verdad.  

Ríanse vagos de esquina. No debe importarme. Buscando mi alma entre las llaves de San Pedro me encontré un chorro de agua. Ahora sin dilación de pluma puedo decirlo. El cielo es un sauce desbordado. Todo su follaje es una oración. 
&
oí una exclamación o una escaramuza de ardillas:

¡Cielo de San Francisco eres un Robert Frost 
colina verde, una colina verde ( * )
&

También es una colina verde. Cómo no estar de acuerdo. En su césped el horizonte arde. Yo en cambio corro hasta su cima deseando encontrar un hacha de piedra o el cráneo de un toro.  
No les creará problemas estar de acuerdo conmigo. Una astilla de palomar en la hierba puede darnos la razón.

SAUCE DESBORDADO 
 

Su follaje: la piedad de quien duerme un corazón entre abejas.  
 

Su tronco: la lección de tiniebla de una parvada / la primavera en una brizna de escarcha.  
 

Su raíz: una larva de serafín en la sangre / lo múltiple de una hora de Junio / el sol de las  
oraciones que nadie oye.

REUNIÓN DE VIOLONCHELOS
Copular y llover me recuerdan la noche blanca de un sauce. No siempre fue así. Antes poseía un deseo de piedras fósiles cuando la eyaculación (ojos de hormiga) anunciaba para mí una flama de  
alcohol. 
Ahora el culo de Helena (una alusión más festiva del cielo) me turba con su fuelle: espiral de petirrojo / grifo sin vocación. Ahora la penetro dormida con una lumbre de rosas. Ahora la penetro despierta con un  
aguacero. No siempre fue así. Copular y llover, en un tiempo lejano, no alumbraban recuerdos de ninguna noche blanca en ningún sauce.
Un caballo bebe luz a la orilla del cielo. Toma la sed con cautela de sapo entre nenúfares. En sus ojos, el otoño trama un molino de agua. A todos les pediré no asustarlo con monturas y espuelas. Un caballo que bebe nubarrones sólo reclama nuestra  
mirada. 

Un gusto de castores en su fuente aturde mi corazón. Pensé en belfos de diablo cuando sobre un campo amarillo, el cielo dejaba fluir una leve parvada. Mi emoción, una ausencia de sal en la noche, contuvo sus labores de riego. ¿Qué espuma beber entonces, como semilla de cópula leal a las  
constelaciones de un sauce? Habrá una aurora de frutos amargos para saberlo.

  
 
VAGOS EN UNA ESQUINA BLANCA
En una esquina blanca se oyen estas voces: 

           sabe a  lumbre    arroyo     más noche 

                                                                     puro corazón 

                                grifo sin gracia 

                 puta enamorada          vinagre 
 

Uno de ellos observa el cielo. Le hunde el pensamiento. Lo satura de sílabas: chaparrón sobre un bosque / parvada sobre un estanque. Acaso desea una torre de caracol para sosegar la noche. Acaso reniega de un pubis húmedo, si sus amigos, prenden candela a un cordero dormido.
  
 
 
( * )  El nombre de Robert Frost me sugiere un camino con árboles. Dije camino, pero no para el viaje o los adioses. Sino, tan sólo, un sendero para ir y venir con los ojos abiertos. Observación sí, pero también comunión: el camino como oratorio. 
La lectura de Frost induce un sentido de temporalidad. Su tiempo es percepción. Hecho 

sólo de presente, conjura toda descendencia o genealogía. 
No es un poeta moderno. Puede parecer, por momentos, un paisajista o un autor bucólico. Me interesa sin adjetivos. Leer sus poemas asume en mi experiencia el deseo de tener en la memoria, así, en su vertiginosa dispersión recuerdos llamados: desierto a medianoche, puerta en la oscuridad, amor por un muro, polvo de nieve en el ala de un cuervo, niño que mece abedules.
 
 
 
("Larva de serafín", libro inédito)
 


 
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