Oda al burgués
¡Yo insulto al burgués! ¡El burgués-níquel,
el burgués-burgués!
¡La digestión bien hecha de São Paulo!
¡El hombre-curva! ¡El hombre-nalgas!
¡El hombre que siendo francés, brasileño, italiano,
es siempre un cauteloso poco-a-poco!
¡Yo insulto a las aristocracias cautelosas!
¡A los barones bandoleros! ¡A los condes Juanes! ¡A los duques rebuznantes!
que viven muros adentro sin sobresaltos;
¡y sudan sangre de unos cuantos pesos
para decir que las hijas de su señora hablan francés
y tocan el Printemps con las uñas!
¡Yo insulto a los burgueses-funestos!
¡Los indigestos frijoles con tocino, los dueños de las tradiciones!
¡Fuera los que contabilizan mañanas!
¡Mira la vida de nuestros septiembres!
¿Saldrá el sol? ¿Irá a llover? ¡Arlequinal!
Pero con la lluvia en los rosales
¡El éxtasis traerá siempre al sol!
¡Muerte a la gordura!
¡Muerte a las adiposidades cerebrales!
¡Muerte al burgués-mensual!
¡Al burgués-cine! ¡Al burgués-calesa!
¡Panadería Suiza! ¡Muerte viva a Adriano!
"– Ay, hija, ¿qué te daré por tu cumpleaños?
– Un collar... – ¡¡¡Mil quinientos!!!
¡Pero nos moriremos de hambre!"
¡Come! ¡Cómete a ti mismo, oh gelatina pasmada!
¡Oh! ¡Puré de papas morales!
¡Oh! ¡Pelos en las narices! ¡Oh! ¡Pelones!
¡Odio a los temperamentos regulares!
¡Odio a los relojes musculares! ¡Muerte a la infamia!
¡Odio a la suma! ¡Odio a las tiendas de abarrotes!
¡Odio a los que no desfallecen ni se arrepienten,
sempiternamente en las mismas convenciones!
¡Manos a la espalda! ¡Yo marco el compás! ¡Ya!
¡De dos en dos! ¡Firmes! ¡Paso redoblado!
Todos a la Central de mi rencor embriagante
¡Odio e insulto! ¡Odio y rabia! ¡Odio y más odio!
¡Muerte al burgués de hinojos,
Que huele a religión y no cree en Dios!
¡Odio rojo! ¡Odio fecundo! ¡Odio cíclico!
¡Odio fundamento, sin perdón!
¡Fuera! ¡Fu! ¡Fuera el buen burgués!...
De Paulicéia desvairada (1922)
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