CUADERNOS CONTRA EL ÁNGEL, 1987
I
Este cuaderno pesa
Es pura luz
Es pura sombra:
es mi sangre total cargada de sentido.
II
Escribo este desorden
Soplo este polvo estéril
esta hojarasca esta ceniza sucia
como quien escupe una brasa un
alacrán un trago de vitriolo
Los hombres pasan movidos por el
viento de la preocupación
Pasa un largo silencio
Pasa un dolor como un recuerdo
oscuro
Pasan las palabras iluminando la
noche dolorosamente
Abro este verso para que entre por
él todo el aire nocturno
Para que entre por él la
palabra que no se ha dicho aún la bienvenida
La palabra de seda neblinosa y
caliente
que un día atravesara
un territorio hostil de ademanes y ruidos y palabras ajenas
y unió tu mano con mi piel
mis labios con tu cuello
Bienvenida la palabra que no se
ha dicho aún:
la tenue lluvia cálida
que comienza a caer
aquí:
III
Tú me conoces ya como la
palma de tu mano
Soy esta acumulación lenta
de imágenes
este puño de tierra húmeda
en que palpita un breve corazón de oro limpio
Tú me conoces
Soy un poco de sombra herida por un alambre tenso
Soy mis sentidos como un pozo en
que la luz desciende
La Luz es un panal que gotea sol
un sol que gotea luz
un árbol derramando su follaje
cuajado de sentidos como un ave sus plumas
Digo "tú me conoces"
y algo más grande que mi
cuerpo me envuelve en una manta tibia
Digo "tú me conoces"
y una pluma brillante de pavo real
desliza su silencio sobre mi piel desnuda.
En mi sangre navega un río
de palomas
En mi sangre navega un río
de palabras
En mi sangre navega tu voz densa
como un aguacero que ilumina el
relámpago
Tú me conoces
A veces
soy un bronco tropel de potros negros
Soy un cuchillo de diamante atravesando
el seno de la ternura
Soy un lamento lamido por el mal
Soy el sol de la dicha derramado
en tu piel
Soy un largo torrente de terrores
Soy un alado escalofrío
en la columna vertebral del diablo
Soy la guanábana goteando
en la boca reseca de la Sed
Soy la lanza en el hombro de este
verso
Vuela en el espejismo de la tarde soleada una ligera sal(Me sabe a verso el beso de la mujer que amo
Me sabe a verso el vaso en que me bebo
Me sabe a verso el vicio de mi vaso
Me sabe a vicio el vaso en que buceo)
Un aliento marino me levanta
Aletea en mi olfato
Tensa mi piel
Pone alas en la ola
En las islas flotantes de los lirios hace su nido el sol de la blancura
Tú me conoces:
sólo el lirio es capaz de ahogar el agua
Tú me conoces Soy la feliz
fatiga de mi fruto
Amo y amo y amo
y el alma se adelgaza hasta la
flama
Amo y amo
hasta que el alma lame lumbre
y amo
hasta el alma del hambre
hasta que el alma alumbre
hasta que el alma herrumbre
los alambres del hombre.
IV
Yo te beso
Frente a la destrucción
y el aire sucio
te beso
En el estruendo de los automóviles
--la migraña del día--
te beso
En el festín de los ladrones
En el pozo de los iracundos
Ante el cuchillo de los asesinos
Ante la baba fóbica de los
intolerantes
Frente a la sangre agusanada de
los corruptos
Frente a la mansedumbre
Frente a la podredumbre
Frente a la muchedumbre
Yo te beso de frente
Y el día empieza a caminar
con la frente muy alta.
V
Un tropel de bisontes en mi sangre
rojísima
Un aguardiente ronco me rasga la
garganta
Cruje revienta
derrama sus rotas letras turbias tibias amargas
Agua dolorida de todos los días
Trago de vinagre
Tronco derribado por el más
estúpido rayo kamikaze
El rayo más brutal estalla
en mis costillas:
Astillas
Me pone alas en la frente enferma
Ensombrece mi turbio corazón
que suena
Que sueña
que tenía un hermoso vergel y dos serrallos
un ejército enorme de estúpidos
vasallos
y una infinita colección
de casullas para ornar sus caballos
El corazón en sombras
el sombrío el sembrado de asombros
el desnudo el pobre
corazón como un puño aplastado
como un perro sin patria
atropellado roto tajado destazado
por los dientes rojizos
de la calle
:el perro destrozado
Un hervor inhumano me sube a la
garganta
Rumio trozos de carne como espesas
palabras
El sol cae a plomo sobre mi cabeza
rota que golpea la roca del aire
El agua se enciende
Arroyos cercanos ensayan cascadas
El sol cae a plomo
Desmaya su aplomo
Se desploma el pomo de su espada rubia
Hace una fogata verde sobre el
árbol
y suben por dentro del tallo
los rayos
cargados de palabras densas
los verbos amados la sangre
la tierra
Humo de cigarros
alcohol y relámpagos
Encendidas venas de amoroso hierro
Torrentes rabiosos
ríos de puñales que hieren
que rompen
que encienden la furia de su fuego negro
el aire apesta
la mujer sonríe
el hombre bala
el tigre pía
el gusano relincha
el burro toca la flauta
el poeta escupe a las horas amargas
sus cuchillos ágiles
Un carbón ardiendo le quema
la aorta
Sube por su pecho un río
de luz roja
Un rugido destroza su garganta
Y en una bocanada de diamantes
el poeta pronuncia su palabra.
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